martes, 24 de noviembre de 2009

El dilema

Ser reportero de guerra o fotógrafo no es fácil. Pasas frío, sueño, hambre. Estás en un sitio inhóspito a miles de kilómetros de tu casa, en el que nadie quiere que estés, salvo tus jefes y tú. Sientes miedo y como a cualquier ser humano te estremece ver cuerpos sin vida tirados en el suelo, rodeados de mujeres que parecen ser las madres de la persona que un día fueron esos cadáveres. Mujeres destrozadas porque se quedaron sin maridos, madres desamparadas porque tienen que enterrar a sus hijos, niñas pequeñas que preguntan insistentemente dónde está su padre sin que nadie les responda. En los ojos de ellas puedes ver el terror que da la incertidumbre, el no saber qué pasará en los próximos cinco minutos ni si seguirás viva.
Tú, sin embargo, has llegado allí en un vuelo con una gran compañía aérea que te ha pagado la empresa de comunicación para la que trabajas. Vas con tu equipo pleno de nuevas tecnologías desde tu casa con todas las comodidades imaginables de una persona que vive en un país desarrollado. Tu último grave problema fue que olvidaste cargar el Ipod y no podrás escuchar nada durante el vuelo de 8 horas. Parece que tu trabajo es cómodo, pero no lo es. Una vez que aterrizas allí eres uno más, vives como ellos y te alimentas como ellos. ¿Tu objetivo? Captar la imagen que diga más o conseguir la información exclusiva. Tu dilema: qué hacer cuando tengas que elegir entre la vida y seguridad de alguien, o una imagen impactante para tu medio. Únicamente tienes dos opciones: o eres un periodista/fotógrafo más, o te conviertes en un reconocido profesional galardonado (en ocasiones) por la imagen de una niña muerta. Yo ya he hecho mi elección. ¿Y tú?

viernes, 26 de junio de 2009

Exámenes...

Después de tanto tiempo sin escribir nada, hoy he decidido volver a hacerlo. No sé realmente por qué, tampoco hay mucho que contar. Pero, ya que estamos en la época apropiada, me gustaría hablaros sobre los exámenes y cómo ello influye en nuestro autoestima.
Creo que muchos profesores no son conscientes de hasta qué punto su decisión con respecto a un examen puede marcar a alguien. Su trabajo es analizar lo que hacemos,supervisarlo...Pero no sé si saben que el hecho de suspender,o sacar una nota por debajo de lo que el alumno creía puede llevar a alguien a un estado depresivo.
Siempre he pensado que un mal comienzo no augura un final trágico. En mi caso, no considero que por suspender varias asignaturas sea peor periodista que alguien que lo aprueba todo, porque una cosa es la carrera, y otra muy diferente el trabajo. No creo que alguien que no sabe expresarse con la claridad con la que yo me expreso a la hora de escribir un texto como éste, y sin embargo en un examen ponga lo que el profesor considera perfecto sea mejor periodista que yo. El problema quizás está en que la forma de ver las cosas hoy día se rige por unos cánones demasiado ajustados, y creo que los resultados son obvios en la mayoría de casos: cantidad de periodistas titulados que no tienen trabajo o que realizan una labor que no les satisface y en la que no pueden expresarse al 100% de sus capacidades. Pienso que los primeros periodistas que empezaron no tenían asignaturas kamikace y no por ello eran peores en su labor.
Solo quería deciros eso, que si las notas no son lo que esperábamos....no os desaniméis y sigáis para adelante, porque ni una persona (por mucho doctorado que tenga) ni mucho menos un número debe marcar vuestro destino...porque es vuestra vida y la elegís vosotros, no alguien que no os conoce,ni sabe vuestras motivaciones. Y por supuesto no os sintáis presionados por nadie de vuestro entorno, ni os exijáis de una forma que os suponga pasarlo mal, porque solo conseguís deprimiros y entrar en un círculo vicioso en el que no rendís...Cada persona es un mundo, y como tal, tiene un ritmo; por ir más despacio no sóis menos que nadie. Recuerda que, lo que te propongas, lo vas a conseguir, cueste lo que cueste; y algún día, serás un profesional como la copa de un pino, llegarás lejos y esa persona que quiso hundirte tendrá que quitarse el sombrero a tu paso.