martes, 9 de septiembre de 2008

Sin título

Si yo quiero, tú no existes. Y quiero.Mira CÓMO TE OLVIDO. Porque lo eras todo, y en tu afán por ser más, al no caber más en mí, empezaste a ocupar el alma de otra persona; para olvidar poco a poco la mía. Olvido. Olvido que empezará por tus ojos, en cuyo reflejo habitaban los míos. Seguiré por tu nombre, conjunto de letras cuya combinación era la llave de mi vida. Más tarde llegará tu boca, fuente única de mi sed, sin la que sentía perecer de inanición el alma mía. Sin dudarlo luego olvidaré tu sexo, que se había autoproclamado actor principal del teatro de mis sueños cada noche. Tus manos, dueñas de las mías; continente rebosante de caricias ahora pertenecientes a otra. Tu voz, sedante de mi vigilia, calma de mi tormenta. Y así, uno a uno iré desprendiendo cada pedazo, aunque al final no quede nada; porque estabas tan dentro de mí que yo dejé de existir...solo para ser tú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya nunca pones nada, qué penar.